sábado, 31 de octubre de 2009

Web 2.0

Posiblemente haya escuchado en los últimos meses la expresión Web 2.0 o expresiones tales como redes sociales, microformatos, tags, sindicación, RSS, MySpace, Technorati, Wikipedia, Digg, Facebook, Flickr, YouTube, Del.icio.us, etc. Si es así, le recomiendo analizar el origen estratégico de todas estas expresiones que representan aplicaciones y elementos de la Web 2.0.
La Web 2.0 se refiere a una nueva generación de Webs basadas en la creación de páginas Web donde los contenidos son compartidos y producidos por los propios usuarios del portal. El término Web 2.0 se utilizó por primera vez en el año 2004 cuando Dale Dougherty de O’Reilly Media utilizó este término en una conferencia en la que hablaba del renacimiento y evolución de la Web.
Si hay una Web 2.0 necesariamente debe existir una Web 1.0 de donde evoluciona la primera. La Web 1.0 es la Web tradicional que todos conocemos y que se caracteriza porque el contenido e información de un site es producido por un editor o Webmaster para luego ser consumido por los visitantes de este site. En el modelo de la Web 2.0 la información y contenidos se producen directa o indirectamente por los usuarios del sitio Web y adicionalmente es compartida por varios portales Web de estas características.
En la Web 2.0 los consumidores de información se han convertido en “prosumidores”, es decir, en productores de la información que ellos mismos consumen. La Web 2.0 pone a disposición de millones de personas herramientas y plataformas de fácil uso para la publicación de información en la red. Al día de hoy cualquiera tiene la capacidad de crear un blog o bitácora y publicar sus artículos de opinión, fotos, vídeos, archivos de audio, etc. y compartirlos con otros portales e internautas.
Tecnologías en la Web 2.0
La infraestructura de la Web 2.0 está relacionada con nuevas tecnologías que han hecho que sea más fácil publicar información y compartirla con otros sitios Web. Por un lado se han actualizado los sistemas de gestores de contenido (Content Management Systems, CMS) haciendo que cualquier persona que no sepa nada sobre programación Web pueda, por ejemplo, gestionar su propio blog. Por otro lado la tecnología de la Web 2.0 ha evolucionado hasta crear microformatos estandarizados para compartir automáticamente la información de otros sitios Web. Un ejemplo conocido es la sindicación de contenidos bajo el formato RSS (Really Simple Syndication) que nos permite acceder a fuentes de información (feeds) publicadas en otros portales de forma rápida y sencilla.
La Wikipedia: máximo ejemplo de la Web 2.0
En enero de 2001, un próspero corredor de Bolsa llamado Jimmy Wales se propuso crear una gran enciclopedia en Internet a través del conocimiento colectivo de millones de personas aficionadas y con conocimientos de algún tema. Esta enciclopedia sería de acceso gratuito y creada por todos los usuarios que quisieran contribuir. Wales empezó con varias docenas de artículos y un programa informático llamado “Wiki” (palabra hawaiana que significa “rápido”), Con este programa los usuarios podían añadir, modificar y borrar los artículos escritos y publicados.
El modelo de la Wikipedia copia la filosofía de la Web 2.0. En lugar de que un autor erudito o un grupo de expertos escriban todos los contenidos del portal, la Wikipedia recurre a miles de personas de todo tipo, que van desde los verdaderos expertos hasta los lectores interesados, con una gran cantidad de supervisores voluntarios que aprueban y vigilan las “entradas” o artículos ingresados.
En 2001, la idea parecía descabellada, pero al día de hoy la Wikipedia es la enciclopedia más grande del mundo. Wikipedia ofrece más de 1 millón de artículos en inglés creados por más de 20.000 colaboradores y más 280.000 artículos en castellano. Lo mejor de la Wikipedia comparado con las enciclopedias tradicionales de papel, es que la información está actualizada gracias a los aportes de los usuarios que constantemente añaden datos, enlaces a otras fuentes, imágenes, etc. La Wikipedia es una de los portales Web más visitados del planeta y la fuente más citada en la red.
Consecuencias de la Web 2.0
La Web 2.0 ha originado la democratización de los medios haciendo que cualquiera tenga las mismas posibilidades de publicar noticias que un periódico tradicional. Grupos de personas crean blogs que al día de hoy reciben más visitas que las versiones online de muchos periódicos. La Web 2.0 ha reducido considerablemente los costes de difusión de la información. Al día de hoy podemos tener gratuitamente nuestra propia emisora de radio online, nuestro periódico online, nuestro canal de vídeos, etc. Al aumentar la producción de información aumenta la segmentación de la misma, lo que equivale a que los usuarios puedan acceder a contenidos que tradicionalmente no se publican en los medios convencionales.
La cola larga o “long tail” de contenidos se ha ampliado considerablemente con la evolución a la Web 2.0. El hecho de que cada usuario pueda acceder a la información segmentada que le interesa ha hecho que los medios de comunicación tradicionales como la televisión, radio y prensa hayan perdido protagonismo. Se ha generado una migración de los medios tradicionales a Internet. Eso trae como consecuencia que la inversión en publicidad en Internet haya aumentado considerablemente en los últimos años. En cuanto a efectividad de la publicidad, la Web 2.0 ha mejorado el marketing viral o el marketing de boca a boca. Una opinión sobre un producto en un blog o un agregador de noticias puede ser visto, transmitido y compartido por miles de usuarios en la red.
Cuando pretenda promocionar su sitio Web piense en primer lugar que postura está tomando con respecto a la Web 2.0. Su empresa está aprovechando las nuevas oportunidades que ofrece la Web 2.0 o se limitará a verlas pasar pensando que será una moda pasajera más en Internet.

La importancia de no volverse dependiente de Google.

¿Qué es el marketing mix ideal hoy? ¿Son las palabras claves las únicas que pueden generar ventas? ¡La realidad es mucho más compleja!
¿Conocéis la teoría? la rana a remojo de repente en el agua hirviendo salta fuera de la olla, mientras que si está a remojo en el agua fría que se calienta poco a poco, cae en la trampa y se muere escaldada.
¡Es lo mismo con la compra de palabras claves! Si te ofrecen un coste por clic (CPC) alto que no es rentable, no compras la campaña. En cambio si compras la campaña con un precio muy bajo y que el precio sube poco a poco, tu dependencia a este canal aumenta cada vez más y no te puedes volver atrás, incluso tras haber alcanzado o superado tu umbral de rentabilidad. Se suele comentar en EEUU que el único que gana dinero con el e commerce es Google.
Además, varios estudios estadounidenses convergen y enseñan que una presión marketing multi-canales es necesaria para aumentar la tasa de conversión. El canal “palabra clave” suele ser definido como el que aporta el último clic (el de la compra), olvidando que este clic de busca fue incentivado (ver provocado) por una exposición a otras formas de publicidad: banners, e-mails, TV…
A veces la dictadura del tracking provoca decisiones precipitadas de simplificación de las distintas partidas del presupuesto. Pero la realidad es más compleja y necesita del pilotaje de la actividad alrededor de un marketing mix equilibrado. Entonces, lo importante es saber aprovecharse de un período en el que los CPC son bajos diversificando su marketing mix para poder volverse para atrás cuando los precios se vuelven prohibitivos, sin arriesgarse a perder el 50% del volumen.
No existe una regla general que se pueda aplicar a todos los modelos de negocio, pero se puede dar una idea de reparto posible de las partidas de un presupuesto de marketing web:
- Un 30% para las palabras claves
- Un 20% para la afiliación
- Un 20% para la cooperación (tipo shopbots, pórticos…)
- Un 20% de e mailing (generación de opt-in, newsletters)
- Un 10% de otros (display incluido)
Tómalo en cuenta durante tu próxima reunión de estrategia marketing y al revisar las partidas de tu presupuesto.